CONSIDERATIONS TO KNOW ABOUT ESCLAVA

Considerations To Know About esclava

Considerations To Know About esclava

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Hice entonces la seña correspondiente a «leche», que son dos puños moviéndose arriba y abajo, como para ordeñar una vaca, pero tampoco así me comprendía.

Así que me fui a la ferretería a comprar cuchillos, o alambres. Y entonces vi el artilugio exacto que yo estaba buscando: un chisme para cortar los huevos duros en rodajas. La siguiente vez, en cuanto sacaron las patatas, eché mano de mi rebanador de huevos duros, y en un momento tuve cortadas en rodajas todas las patatas, y se las devolví al chef.

En mis tiempos de estudiante en el MIT, yo lo adoraba. Creía a pie juntillas que period un magnífico centro de enseñanza, y tenía la ilusión de cursar también allí los estudios de postgraduado. Pero cuando fui a ver al profesor Slater para contarle mis intenciones, me dijo:

Con mucha frecuencia he cometido errores en mis razonamientos físicos por pensar que la teoría no period tan buena como en realidad period, por temer cientos de complicaciones que van a estropearla, por esa actitud de que puede ocurrir cualquier cosa, a pesar de lo muy seguro que uno esté de lo que verdaderamente ha de ocurrir.

Hice otro invento, que tuvo una dificultad parecida. 10íamos que cortar en rodajas patatas cocidas, para una especie de ensalada de patatas. Las patatas estaban pegajosas y resbaladizas, y resultaban difíciles de manejar.

Observé a estos paramecios chocar con algo, recular, girar un ángulo, y volver a avanzar. La plan que dan los libros es que se trata de algo mecánico; algo así como un programa de computadora. Pero no es ésa la impresión que se saca de la observación directa.

Me fijé en que las camareras siempre tenían prisa, siempre corriendo de acá para allá. Un día, por divertirme, dejé mi propina, que de ordinario period de 10 centavos (lo corriente, en aquellos días), en dos monedas de 5, cubiertas por sendos vasos. Llené de agua cada vaso hasta el borde, dejé caer una moneda en su inside y después, tapando la boca con una tarjeta, los invertí dejándolos boca abajo sobre la mesa.

Solía tener que pelar y cortar hortalizas en la cocina. Por ejemplo, había que cortar las judías verdes en trozos de unos tres centímetros. Se daba por hecho que la forma de hacerlo era la siguiente: se sujetaban dos judías con una mano, se cogía el cuchillo con la otra, y se presionaba el cuchillo contra las judías, justo al lado del dedo, casi cortándose uno mismo. period un proceso lento. Así que apliqué mi mente a la cuestión, y se me ocurrió una notion muy bonita.

«Pues justo cuando estábamos comenzando a poner a punto nuestro proceso, hubo una compañía de Nueva York…».

En aquellos tiempos era difícil recibir una buena enseñanza, y el lector de mentes fue contratado como tutor de mi padre. Bueno, mi padre, después de una de sus lecciones, le preguntó al clarividente cómo podía ser capaz de encontrar el dinero si nadie le decía dónde estaba.

Al cabo de algo de reflexión, acabé por decidir cuál habría de ser la solución, y para poder demostrar la justeza de mi razonamiento, quise hacer un experimento.

Antes de que les cuente cómo me fue con la filosofía, permítanme que les cuente lo de lengua inglesa. 10íamos que redactar cierto número de temas. Por ejemplo, Stuart Mill había escrito algo sobre la libertad, y nosotros teníamos que comentarlo y criticarlo. Pero en lugar de referirme a la libertad política, como había hecho Mill, yo escribí acerca de la libertad en situaciones de carácter social, del problema de tener que fingir y mentir para ser cortés, y de si este perpetuo juego de fingimiento en situaciones sociales no conduciría a «la destrucción de la fibra moral de la sociedad». La cuestión period interesante, pero no la que se pedía analizar.

Pero entonces llegué al final de mi exposición, y se abrió el turno de preguntas. La primera, de Pauli, que estaba sentado al lado de Einstein.

En otra ocasión tuve un sueño en el here cual había una chincheta clavada en el marco de una puerta. Yo veía la chincheta, podía pasar los dedos por el marco de la puerta, y sentirla. Así que, en el cerebro, el «departamento de visión» y el «departamento del tacto» parecían estar conectados.

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